miércoles, 27 de octubre de 2010

JESUCRISTO ES EL CREADOR:



Referencias Bíblicas:
Juan 1:3 “Todas las cosas por él fueron hechas,y sin él nada
de lo que ha sido hecho,fue hecho.”
Juan 1:10 “En el mundo estaba,y el mundo por él fue hecho:
pero el mundo no le conoció.”
Colosenses 1:16 “Porque en él fueron creadas todas las cosas,
las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,visibles
e invisibles;sean tronos,sean dominios,sean principados,sean
potestades;todo fue creado por medio de él y para él.”
Hebreos 1:3 “...sustenta todas los cosas con la palabra de                          
poder...”
Apocalipsis 3:14 “He aquí el Amén,el testigo fiel y verdadero,
el principio de la creación de Dios.”

El hecho de que Jesucristo es el Creador está probado concluyente-
mente por los testimonios de las Escrituras.No hay lugar a dudas
sobre esta gloriosa verdad.
¿Hay dos creadores?¿Qué significa cuando dice,“Y Dios dijo,Sea
la luz,”y en Hebreos se lee,“Sustenta todas las cosas con la palabra
de su poder ”?Solo puede haber una conclusión:Jesucristo del
Nuevo Testamento es Jehová del Antiguo Testamento;Jesucristo es
el Creador,El que creó el universo por Su palabra.
Mucha gente interpreta incorrectamente la afirmación:“El principio
de la creación de Dios ”(Apocalipsis 3:14).Se afirma que Dios creó
primero al Hijo,y que el Hijo creó todas las cosas.
Esto es absolutamente falso.Jesucristo es ambas cosas:Dios y
hombre.Como Dios,El es el gran Creador;como hombre es el Hijo
engendrado.El nunca fue un Hijo creado o un Hijo eterno.
Este versículo de las Escrituras dice así en el Nuevo Testamento
Amplificado,“Estas son las palabras del Amén,el Testigo verdadero,
el Origen y el Principio y el Autor de la creación de Dios.”Esto afir-
ma claramente que Jesucristo es el “ORIGEN ”y el “AUTOR ”de la
creación.

viernes, 22 de octubre de 2010

EL MISTERIO DE LA DEIDAD MANIFESTADO

En el A.T. el misterio de la Unicidad en la Divinidad no existía, porque de acuerdo a lo ya explicado el pueblo de Israel conoció solamente a su Dios. Al único Dios, precisamente al Dios de Israel. El misterio que sí existía era el del Nombre oculto, como ya lo miramos con Jacob y con Manoa.
Cabe aquí, por cierto, señalar el  hecho de que Joel profeta también habló de un Nombre en el cual iba a haber salvación al invocarlo (Joel 2:32). Cualquier conocedor de la Biblia sabe que el Nombre a que se refiere Joel que habríamos de invo- car para salvación, no era al Nombre original del Señor, Y H W H, de las cuatro consonantes que no se pueden pronunciar. (Ni mucho menos "Jehová", el cual es por cierto solamente cual un apodo puesto por los Gentiles reemplazan- do el Nombre original).

Todos entendemos que JESÚS EL SEÑOR, es el maravilloso Nombre "que es sobre todo nombre" (Fil. 2:9), el cual en el cumplimiento del tiempo tuvo de ser revelado para nuestra salvación. (Hech. 4:12) El misterio que hasta hoy continúa siendo un misterio para una inmensa mayoría entre el profesante cristianismo, se encierra en las manifestaciones de Dios como "el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo" (Mat. 28:19). Pues este texto es por cierto la base más fuerte que citan los que no tienen la revelación para tratar de probar la existencia de la Trinidad. Pero San Pablo habla del "misterio de la piedad" declarando que "Dios ha sido manifestado en carne" (1 Tim. 3:16), diciéndonos también que "Dios estaba en Cristo" (2 Cor. 5:19) Mas en el texto original de este artículo el apóstol se profun- diza aun más, hablandonos del "misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo", y agrega que aquí "están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento". ¿Por qué dice esto? Por la razón de que al entender la declaración de esta expresión, tenemos entonces luz para poder mirar la extensa realidad de la Unicidad en la Deidad. Para poder ver claramente las manifesta- ciones del único y "Verdadero Dios" (1 Jn. 5:20) operando en sus diversas manifestaciones en Su plan de salvación.

Dios, el Espíritu infinito, sempiterno, Todopoderoso, que nunca empezó y que nunca termina, ni en tiempo ni en espacio, "es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Heb. 13:8). Mientras Él no hacía "el principio" (Gén. 1:1 y Juan 1:1), "engendrando" al Hijo (Heb. 1:2 y 5), "el cual es la Imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creatura" (Col. 1:15), e iniciado con Él el factor que nosotros conoce- mos como, "el tiempo", Dios era solamente Dios. No era Padre, mas empezó a serlo cuando "engendró" no solamente "al Hijo" (que no es otro Dios sino su propio cuerpo), más también a sus "hermanos" menores (Rom. 8:29).

lunes, 18 de octubre de 2010

PLAN DE SALVACION (parte 2)

Bautismo del Espíritu Santo: 
Los Pentecostales Apostólicos confiesamos que el bautismo del Espíritu Santo es parte del plan de salvación, y que hablar en lenguas (es decir, hablando en idiomas que uno nunca ha aprendido anteriormente) por el poder de Dios, es la evidencia inmediata, exterior, notable, y audible de ser bautizado con el Espíritu Santo. Ellos creen que el don del Espíritu Santo es una promesa para todos los que crean en el evangelio, sin tener en cuenta raza, cultura o idioma (Hechos 2:4, 2:17, 2:38-39, 10:46, 19:6, 1. Corintios 12:13). La lengua se convierte en el vehículo de expresión del Espíritu Santo (Santiago 3), y Dios toma el mando de la vida del creyente.

Enseñamos que el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), no debe confundirse con la señal inicial de recibir el Espíritu Santo, pues el fruto del Espíritu es la señal permanente del Espíritu Santo. El fruto del Espíritu toma tiempo para desarrollarse o cultivarse, por consiguiente no calificaría como una señal inmediata, exterior e identificable de recibir el Espíritu Santo.
En el libro de los Hechos, las lenguas son diferentes en funcionamiento y propósito a las lenguas de 1. Corintios 12-14. Ambas citas no mencionan la misma experiencia. En los Hechos de los Apóstoles, las lenguas sirven como la señal firme de recibir el Espíritu santo; mientras que en 1. Corintios 12-14 el apóstol Pablo está haciendo una exposición del don de lenguas que era administrado por algunos creyentes. Uno recibe a Cristo cuando recibe el Espíritu Santo (Romanos 8:9).
Santidad
Los pentecostales del nombre de Jesucristo, creemos que la salvación se obtiene por gracia a través de la fe en Jesucristo, y no por las obras (Tito 3:5), pero la fe sin obras está muerta (Santiago 2:24-26). Definitivamente ningún ser humano en esta tierra, podrá "ganar" su salvación por tratar de "vivir" el evangelio, sin OBEDECER primero la salvación que está ordenada para todos los hombres, debajo del cielo.

La santidad es y debe ser resultado de la obediencia inicial a la salvación y no producto de practicar "normas" de estilos de vida, como el vestirse, peinarse, alimentarse, etc.
La santidad que vive el creyente se debe reflejar interior y exteriormente, pues todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, debe ser guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1. Tesalonicenses 5:23). La verdadera doctrina, así como la santidad, caracterizan al verdadero pueblo de Dios: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Timoteo 4:16).
Dios nos ha mandado a abstenernos de toda especie de mal (1. Tesalonicenses 5:22). También la Biblia nos insta a acatar los mandamientos de Dios (1. Juan 2:4). Es aquí precisamente que todo aquel que haya obedecido la salvación que anuncia el evangelio de la gracia y la bondad de Cristo podrá definitivamente amar y obedecer los mandamientos originales de la ley de Dios, que estuvieron basados antiguamente en la ley de Moisés, bajo la ley de la "espada del juicio divino" de que el que no los hiciera ciertamente moriría; mandamientos que ahora obedecemos bajo la ley de Cristo, la ley del amor y del cumplimiento, los cuales por la obra redentora y reconciliadora del Señor Jesús en el calvario, fueron elevados a un nivel en que la justicia divina los ve y considera a través de la obra expiatoria de Cristo, y por lo tanto toda obediencia a ellos, es resultado primero de la obra que hizo el Señor. Cuando nosotros obedecemos sus mandamientos, alcanzamos la garantía de los beneficios de la redención alcanzada por Cristo, por eso la salvación nunca ha sido lograda por ningún mérito personal de los creyentes, pues todo el mérito pertenece a Cristo.
La santidad del creyente está unida al acontecimiento maravilloso de la promesa del Señor Jesús, de que un día vendrá por su iglesia."Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual, nadie verá al Señor..." (Santiago 12. 14).

PLAN DE SALVACION (parte 1)

Predicamos el plan de salvación neotestamentario, basados en Hechos 2:38, es decir arrepentimiento, bautismo en agua en el nombre de Jesús, y la llenura del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en nuevas lenguas. El arrepentimiento, el bautismo en agua en el nombre de Jesús, y la llenura del Espíritu Santo, es lo que le permite al hombre vivir una verdadera vida de santidad.

Tras la primera predicación de la iglesia apostólica, algunos de los oyentes se conmovieron de corazón y preguntaron a los apóstoles que era lo que tenían que hacer para ser salvos. Entonces "Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38).
La declaración del apóstol Pedro, reflejaba las palabras dichas por el Señor Jesucristo, acerca del plan de salvación que Dios tenía en mente para el periodo de la gracia (o de la Iglesia). "Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del agua de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3:5).
Para cumplir el plan Bíblico de salvación, una persona debe nacer de nuevo sintiendo dolor por su pecado a través del arrepentimiento (Proverbios 28:13, Hechos 22:16, 2. Corintios 7:10), siendo sepultado juntamente con Cristo por el bautismo en el nombre de Jesús (Romanos 6:4-6), y resucitándo a una nueva vida recibiendo el regalo del Espíritu Santo (Romanos 8:9) con la evidencia de hablar en otras lenguas como el Espíritu de Dios le de que hable (Hechos 2:3-4).
Arrepentimiento: 
Los Pentecostales Apostólicos, creemos que el arrepentimiento es esencial para la salvación (Lucas 13:5). Definimos el arrepentimiento como apartarse del pecado y volverse hacia Dios. El verdadero arrepentimiento requiere que el hombre reconozca que es un pecador, haciendo una confesión de sus pecados a Dios, creyendo que Dios le puede perdonar y limpiar de todos ellos (1 Juan 1:9).

Creemos que el arrepentimiento está acompañado por un dolor piadoso, que es el motivador del verdadero arrepentimiento (2. Corintios 2:10). El arrepentimiento también es un requisito previo para recibir el Espíritu Santo (Juan 14:17; Hechos 2:38). Por último, la habilidad de arrepentirse es temporal y sólo puede lograrse mientras uno está vivo (Hebreos 9:27).
Bautismo en el Nombre de Jesús: 
Para los Pentecostales Apostólicos, El bautismo es otro componente esencial para la salvación. Aafirmamos la necesidad del bautismo como es mostrado en Mateo 28:19, Marcos 16:16, Hechos 2:38, 1. Pedro 3:21, etc. El modo de bautismo es por inmersión completa en el agua, invocando el nombre de Jesucristo. Los Pentecostales Apostólicos creemos que la salvación no se puede recibir sin el bautismo, específicamente sin la invocación del nombre de Jesús. Para hacer esta afirmación, Nosotros nos apoyamos en Hechos 2:38, Hechos 8:16, Hechos 10:48, y Hechos 19:5. Además recalcamos que estas son las únicas escrituras que muestran lo que se hizo en la iglesia primitiva.


martes, 28 de septiembre de 2010

ELOHIM

“En el principlo creó ELOHIM.” 
El título “Elohim” (palabra del original traducida “Dios”) se refiere a Dios como el Todopoderoso, el Ser Supremo, y es el título que se refiere especialmente a Dios como Creador.

Cuando llegamos al capítulo dos de Genesis y empieza la historia del trato de Dios con el hombre, encontramos el título “Señor Dios.” El uso de estos dos títulos juntos, Señor Dios, o Jehová-Dios, es prueba que Jehová y Elohim son dos títulos para el mismo Ser Supremo.

Jehová es el título que se usa en el Antiguo Testamento en la redención; Elohim, el título que se usa en la creación.

El título “Elohim” es una palabra plural. Sin embargo, debería notarse que el verbo “creó” está en singular Esto no es un error de gramática, porque Elohim no sugiere una pluralidad de personas en la Deidad, sino más bien una plenitud de poderes y atributos. Citamos ahora de “SMITH’S BIBLE DICTIONARY”; (Diccionario de la Biblia por Smith):

“La idea imaginaria, o la especulación que la pluralidad de la
palabra Elohim se refiere a la Trinidad de personas en la Deidad, dificilmente encuentra apoyo entre los entendidos.
Es lo llamado por los gramáticos pluralidad de majestad, y significa plenitud de fuerza divinia, la suma de los poderes revelados por Dios.”
—Smith’s Bible Dictionary

Es significativo notar que en la tentación (capítulo tres), Eva y la serpiente usaron el título “Elohim” y no usaron el título “Jehová” al hablar de Dios. Sin embargo, fue el Señor Dios quien vino buscando al hombre caído (Jehová-Elohim).

miércoles, 15 de septiembre de 2010

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4). “Pero Dios es uno” (Gálatas 3:20).


Hay un solo Dios. Solamente hay un Dios. Esta doctrina es central al mensaje bíblico, pues
ambos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento la enseñan clara y enfáticamente. A pesar
de la sencillez de este mensaje y la claridad con la cual la Biblia la presenta, muchos que creen
en la existencia de Dios no lo han comprendido. Aún dentro de la cristiandad mucha gente,
incluso teólogos, no han comprendido este mensaje hermoso y esencial. Nuestro propósito es
dirigirnos a este problema, y afirmar y explicar la doctrina bíblica de la unicidad de Dios.

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viernes, 10 de septiembre de 2010

Hechos 2:38 ¡El Diablo y la Mayoría de los Trinitarios lo Odian!


"Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo." (Hechos 2: 38).
¿Por qué el diablo inspira a la mayoría de los trinitarios a odiar a este versículo de la
Biblia? ¿Por qué son los llamados trinitarios que se promueven a sí mismos como la voz oficial de la mente de Dios, los que difunden la mentira de que la aplicación que los pentecostales apostólicos damos a este versículo, es falsa? ¿Qué tiene este texto que no le gusta al diablo y a la mayoría de los trinitarios? Este versículo es odiado, porque no está de acuerdo con la doctrina católica de la trinidad.
Lo que ocurre es simple: Los trinitarios creen que tienen el deber de reinterpretar a Hechos 2:38, alegando que no promueve la fe y que la gracia no se puede recibir a través de él, ya que no contiene la doctrina de la trinidad. Todos los que aborrecen a Hechos 2:38, confiesan abiertamente que prefieren obedecer a Jesús en Mateo 28:19 con las palabras literales "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo", pero no comprenden que el nombre singular contiene los títulos “el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo” y que la referencia es a un nombre ¿Cuál es el nombre salvador que se debe invocar sobre el perdido? Las palabras "Padre, Hijo y Espíritu Santo" no son nombres, son títulos. El estudiante de la Biblia que busca el bautismo en el único nombre que contiene estos tres títulos, descubrirá sólo el nombre de Jesucristo, tal como Pedro lo declaró en Hechos 2:38.
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